martes, 23 de abril de 2013

Enfermedad inflamatoria intestinal, Colitis ulcerosa o Enfermedad de Crohn

¿Qué es la enfermedad inflamatoria intestinal?
La enfermedad inflamatoria intestinal (EII) comprende dos tipos de enfermedades crónicas que afectan al intestino: la colitis ulcerosa (CU) y la enfermedad de Crohn (EC). Ambas cursan con brotes de actividad durante los cuales aparecen los síntomas característicos, éstos suelen durar un tiempo y aunque generalmente reaparecen a lo largo de los años, los pacientes suelen tener periodos sin síntomas en los que pueden hacer una vida normal.
  • En la CU se produce una inflamación en forma de úlceras más o menos profundas en función de la gravedad de la enfermedad pero sin sobrepasar las paredes del tubo digestivo, localizadas en la mucosa del intestino grueso (colon) y con mucha frecuencia también en el recto.
  • La EC aunque también afecta muy a menudo al intestino grueso también es frecuente que afecte el tramo final del intestino delgado (ileon) y además, puede producir inflamación de cualquier zona del tubo digestivo desde la boca hasta el ano. La inflamación empieza con unas llagas que con el tiempo pueden ulcerarse y evolucionar a estrecheces de la pared del tubo digestivo o a fístulas, que a veces pueden atravesar todas sus capas y alcanzar otras estructuras cercanas.
Se calcula que en Europa existe un millón de personas con EC y casi un millón y medio con EII. España se considera un país con un riesgo medio para padecer estas enfermedades.
Aunque ambas afecciones pueden empezar en cualquier momento de la vida, las personas jóvenes entre los 25-40 años son las más propensas y, en general, suele afectar por igual a hombres y mujeres.
¿Cuáles son sus causas?
Las causas exactas que provocan la EII se desconocen. Sin embargo existen circunstancias o factores que están presentes con mayor frecuencia, como son las siguientes:
  • Vivir en países desarrollados o en vías de desarrollo.
  • Ser de raza blanca.
  • Estos pacientes de alguna manera tienen afectación de su sistema inmunitario, sin embargo se desconoce si ésta puede ser la causa directa que provoca la enfermedad.
  • A veces existe una tendencia a padecerla entre algunos miembros de la familia, pero no se conoce ningún gen específico al que pueda atribuirse una transmisión hereditaria.
  • El estrés, algunos alimentos y algunos fármacos como los antiinflamatorios no esteroideos (AINES) pueden empeorar los síntomas aunque tampoco son causas de la enfermedad.
¿Cuáles son sus síntomas?
Los síntomas varían en relación a la gravedad de la enfermedad. Suelen comenzar poco a poco y a veces pasan meses hasta que el paciente decide consultarlos al médico.
  • Síntomas digestivos de la CU: los más importantes son la diarrea de heces mezcladas con sangre y en ocasiones moco, que produce dolor cuando pasa por el ano y después alivia. Las ganas de defecar a veces se sienten con mucha necesidad (urgencia), incluso por la noche cuando los pacientes duermen, o con una fuerte sensación de tener que evacuar el intestino pero sin poder hacerlo (tenesmo). Son frecuentes los retortijones localizados en la parte inferior izquierda del abdomen y en ocasiones reproducen hemorragias por el ano sin deposiciones. Si la enfermedad se localiza en la zona del recto puede haber estreñimiento en vez de diarrea.
    Algunos pacientes presentan síntomas graves en el transcurso de la enfermedad, que obligan al ingreso en el hospital, como son la diarrea de más de 6 deposiciones al día con sangre, fiebre alta, taquicardia y dolor abdominal por la dilatación del intestino grueso.
  • Síntomas digestivos de la EC: dependerán de dónde esté localizada la enfermedad en el tubo digestivo y por tanto pueden ser muy variados. En la enfermedad del colon los síntomas suelen ser similares a los de pacientes con CU: la diarrea es el principal, aunque con menos frecuencia que en la CU de heces mezcladas con sangre o moco y con mucha menos frecuencia de hemorragias por el ano. Es característico el dolor abdominal con retortijones, localizado alrededor del ombligo y en la parte inferior derecha del abdomen. Las nauseas y los vómitos son más frecuentes que en la CU. Si la enfermedad se localiza en el estómago, los pacientes pueden quejarse de dolor en la parte superior del abdomen. También existe más predisposición a tener fisuras alrededor del ano que pueden complicarse en fístulas y colecciones de pus. Además, estos pacientes pueden tener con más frecuencia cálculos en el riñón o en la vesícula que provoquen cólicos.
Ambas enfermedades pueden cursar con síntomas generales como el cansancio, la sudoración por la noche, la anemia, fiebre, pérdida de peso y de las ganas de comer. Cuando afectan al colon también pueden darse otros síntomas localizados fuera del aparato digestivo mediadas por las alteraciones del sistema inmunitario como son: dolor o inflamación de las articulaciones, inflamaciones en los ojos, llagas en las encías y en la mucosa de la boca, úlceras o protuberancias en la piel y de forma más rara y menos frecuente la inflamación en el hígado.
¿Cómo se diagnostica?
Los pasos a seguir para diagnosticar la enfermedad dependerán de la valoración que realice el médico de cabecera de los síntomas que se consulten, de los hallazgos que se observen en la exploración física, así como de los resultados que se obtengan de los análisis de sangre y de las heces.
En los análisis de sangre se puede encontrar anemia, elevación de la velocidad de sedimentación y de la Proteina C reactiva. La elevación de estos dos últimos parámetros se produce cuando la enfermedad está en un brote de actividad.
La prueba más importante porque suele proporcionar el diagnóstico definitivo de la enfermedad es la colonoscopia. Permite observar las paredes del intestino y se pueden obtener las muestras necesarias (biopsias) que se analizarán para tener la confirmación del diagnóstico. Esta prueba también es muy importante en el seguimiento de la enfermedad porque puede detectar las posibles lesiones cancerígenas.
A veces son necesarias otras pruebas radiológicas en determinados pacientes, como son el enema opaco, la ecografía, la Resonáncia Nuclear Magnética (RNM), la Tomografía Axial Computerizada (TAC) u otras pruebas para ver el estómago y el tubo digestivo.
¿Son la misma enfermedad que el colon irritable?
El síndrome del intestino irritable es una enfermedad muy frecuente del aparato digestivo que tiene algunos síntomas parecidos a la EII. La diarrea y el dolor abdominal son los más frecuentes, aunque las heces no están mezcladas con sangre ni tampoco se producen hemorragias por el ano porque no se da una inflamación del intestino. Tampoco existen los problemas inmunológicos de la EII que pueden desencadenar los síntomas que se localizan fuera del aparato digestivo.
¿Cómo puede prevenirse?
En la actualidad no existe ningún fármaco que haya demostrado que pueda prevenir estas dos enfermedades. En general se suelen dar las siguientes recomendaciones:
  • Acudir a su médico si se presentan molestias frecuentes del intestino y siempre en caso de que sangre por el ano.
  • No tomar medicamentos ni otros productos que no le haya prescrito su médico.
  • Es muy importante que si le han diagnosticado de una EII siga las medidas generales que se le indican más abajo y tomar de manera continuada el tratamiento que le ha indicado su médico, porque además de aliviar sus síntomas, pueden evitar futuros brotes de la enfermedad así como posibles complicaciones y en definitiva pueden mejorar el pronóstico de la enfermedad.
  • Algunos pacientes que hayan tomado tratamiento con corticoides durante algún tiempo, necesitarán calcio y vitamina D. También puede ser necesaria la toma de hierro o de vitamina B12 en pacientes con anemia.
¿Qué relación existe entre la Enfermedad Inflamatoria Intestinal y el riesgo de cáncer?
Los pacientes en los que estas enfermedades afectan al colon, tienen más riesgo que la población general de padecer cáncer de colon. Por ello debe recomendarse realizar una colonoscopia después de los 8-10 años del diagnóstico y posteriormente cada uno o dos años. Los pacientes con CU localizada solamente en el recto, no tienen más riesgo de cáncer que la población general y por tanto no necesitan realizar las colonoscopias con la misma periodicidad que cuando afecta al colon.
¿Cómo se puede tratar?
Existen unas medidas generales que se recomiendan a todos los pacientes diagnosticados de EII:
  • Evitar los fármacos antiinflamatorios no esteroideos (AINES) y el estrés porque pueden desencadenar o emperorar los síntomas.
  • Cuando la enfermedad esté en un brote, si hay diarrea son preferibles las dietas de alimentos pobres en residuos (fibra) (ver dieta de la enfermedad inflamatoria intestinal) y no tomar fármacos para cortar la diarrea (antidiarreicos) sin que se los haya prescrito su médico. Además deberá consultarle cuáles son los medicamentos más adecuados para aliviarle el dolor.
El objetivo principal del tratamiento consiste en controlar los brotes de actividad de la enfermedad en los que aparecen los síntomas, prevenir su reaparición y mantener a los pacientes el mayor tiempo posible sin síntomas.
  • Tratamiento farmacológico: para ello se emplean diferentes tipos de fármacos, dependiendo de la gravedad de la enfermedad y de si son para tratar el brote de inflamación o si son para mantener al paciente sin síntomas. 
    Pacientes con CU: en general se suelen prescribir los aminosalicilatos (del grupo 5-ASA y derivados del ácido salicílico) como la sulfasalazina o la mesalazina. Esta última puede además prescribirse en formulación que permita su aplicación a nivel del ano en forma de spray o de supositorios. En algunos casos cuando no se consiguen aliviar los síntomas con este tratamiento es necesario el empleo de corticoides orales, aunque éstos no se emplean durante los periodos sin síntomas.
    Algunos pacientes con enfermedad más grave pueden requerir otros fármacos con efecto inmunosupresor como la azatioprina, 6-mercaptopurina o el metotrexato y en algunos casos un grupo de fármacos más novedosos como son los anti-TNF (infliximab o adalimubab).
    Pacientes con EC: no están indicados los aminosalicilatos para el alivio de los síntomas en los brotes de la actividad y en general tienen menos indicaciones que en la CU. Habitualmente se prescriben corticoides orales y en algunos casos también son necesarios fármacos inmuno supresores y los anti-TNF.
  • Tratamiento quirúrgico: en algunos casos cuando la enfermedad no logra controlarse con fármacos puede estar indicada la cirugía. Ésta con frecuencia es más necesaria en pacientes con EC, cerca del 80% de estos pacientes precisarán tratamiento quirúrgico tras 20 años de enfermedad con el posible inconveniente de que la enfermedad puede reaparecer. Sin embargo, en los pacientes con CU la cirugía del colon (colectomía) puede ser curativa en el intestino aunque pueden persistir los síntomas localizados fuera del aparato digestivo.
¿Existen asociaciones de pacientes que padecen esta enfermedad?
Las asociaciones de pacientes desempeñan un papel fundamental en el apoyo de pacientes con EII.


Confederación de Asociaciones de enfermos de Crohn y Colitis Ulcerosa de España:  http://www.accuespana.es/es/ que integra a las siguientes asociaciones con página web:
Asociación de Álava: http://www.accualava.es
Asociación de Principado de Asturias: http://www.accuasturias.org
Asociación de Burgos: http://www.accuburgos.com
Asociación de Cádiz: www.accucadiz.com
Asociación de Canarias: http://accucanarias.wordpress.com/
Asociación de Castilla-La Mancha: www.accu-clm.zonade.com
Asociación de Cataluña: http://accucatalunya.es/
Asociación de A Coruña: http://www.accucoruna.org
Asociación de Extremadura: www.accuextremadura.org
Asociación de Granada: www.accugranada.blogspot.com
Asociación de Jaén: http://www.accujaen.org
Asociación de La Rioja: http://www.accurioja.com/
Asociación de León: www.accuesp.com/leon
Asociación de Madrid: http://www.crohnycolitis.org/
Asociación de Málaga: http://www.accumalaga.es/
Asociación de Mallorca: www.accumallorca.es
Asociación de Murcia: http://accumurcia.blogspot.com/
Asociación de Sevilla: http://www.zonade.com/accues/accusev/
Asociación de Valencia: http://www.accuvalencia.es/











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